La banca offshore

Con el término Banca Offshore se hace referencia a un tipo de entidad bancaria que se encuentran en centros financieros con un nivel impositivo bajo (paraísos fiscales), que normalmente se localizan en islas, aunque también tenemos los casos de Andorra o Suiza. Muchos de estos bancos se utilizan para ocultar el propietario o beneficiario de un capital determinado para blanquear dinero, ocultar propiedades, etc.

Así, la Banca Offshore dirige sus servicios frecuentemente a captar depósitos o inversiones de no residentes y a las que, sin embargo, no tienen acceso los habitantes del propio país donde se encuentra la institución. No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las instituciones financieras que se encuentran en paraísos fiscales son bancos offshore, existiendo también bancos corrientes u onshore.

Ventajas

Las principales ventajas que puede reportar tener depósitos en bancos offshore son:

  • Una mayor libertad, pues la intervención gubernamental es menor y en estos bancos se exime  del cumplimiento de algunas legislaciones sobre el capital.
  • Un pago menor de impuestos. Los depósitos y los rendimientos que generan están exentos de impuestos en muchos casos.
  • Privacidad. Los bancos offshore tienen leyes estrictas sobre la privacidad de los movimientos de los clientes, así como del secreto bancario.
  • Estabilidad financiera. La banca offshore normalmente se encuentra en lugares y centros financieros donde la situación política y económica se mantiene estable, para seguridad de sus clientes.
  • Servicios especiales. Por otra parte, los bancos extraterritoriales ofrecen productos bancarios diferenciados y exclusivos de los que no disponen sus compañeros onshore.

Inconvenientes

No todo podían ser ventajas con los bancos offshore. Como todo, también tienen sus puntos débiles:

  • Desconfianza de las instituciones financieras. Los bancos offshore generan desconfianza por parte de los organismos y autoridades monetarias internacionales, pues sus actividades se relacionan en muchos casos con la evasión de impuestos o el blanqueo de capitales. Por ello, las transacciones procedentes y con destino a paraísos fiscales suelen estar vigiladas.
  • Seguro de depósito. En muchos casos, la banca offshore carece de seguro de depósito, es decir, que el cliente no está protegido ante una posible insolvencia de la entidad, a diferencia de la banca tradicional, que cuenta generalmente con un fondo que cubre los depósitos de los clientes hasta una cantidad determinada.
  • Gastos de mantenimiento. Los gastos de mantenimiento y de administración de las cuentas offshore son bastante más elevados que los que comportan una cuenta tradicional. Suelen cobrar una cuota mensual o trimestral y las transacciones suponen el pago de comisiones.

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