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Guía de cuentas corrientes - Página 4

Una cuenta corriente es un tipo de producto bancario que consiste en un contrato entre el titular y la entidad bancaria con el que el cliente podrá depositar sus distintos ingresos, como la nómina, o domiciliar los recibos.

La cuenta corriente contempla que el titular puede acceder a su dinero en el momento que así lo desee, a través de cajeros automáticos, oficinas, cheques o talonarios. Además, el cliente puede consultar el saldo y los movimientos de la cuenta cuando quiera, y por otro lado, la entidad con la que tenga contratada la cuenta corriente tiene la obligación de enviarle, mensualmente o con una periodicidad determinada, el extracto de la cuenta, donde aparecerán los distintos movimientos, el saldo final o los intereses.

Existen muchos tipos, dependiendo de si están remuneradas o no, de si fomentan el ahorro o no, o las que contemplan la posibilidad de poder obtener financiación en un momento dado. Así, encontramos cuentas de depósito, cuentas de crédito, cuentas nómina, cuentas para jóvenes, cuentas para niños, cuentas vivienda, cuentas remuneradas o incluso cuentas sin comisiones.