¿Hipoteca o alquiler?

Decidirse entre comprar o alquilar una vivienda no es fácil, y es que hay que considerar un gran número de cuestiones, tales como la situación económica de cada uno, el trabajo, la jornada laboral, el barrio y su abastecimiento, si se quiere tener o no hijos, el periodo de tiempo durante el cual se piensa vivir en dicha vivienda… Es por ello que se recomienda analizar los pros y los contras de comprar una casa y de contratar una hipoteca o de decantarse por el alquiler. A continuación evaluamos cuáles son los puntos a favor de cada una de estas opciones y que te pueden ayudar a decidirte entre una u otra.

Pros de comprarse una casa

1. En primer lugar, el primer punto a favor de la compra de una vivienda es que supone una inversión a largo plazo, y es que, en un futuro, quién sabe si el precio de la vivienda subirá o no, pudiendo venderla por un precio mayor, o sacándole partido alquilándola a otros individuos.

2. Las mensualidades de una hipoteca bajarán en los próximos años según los expertos, mientras que los alquileres experimentarán el efecto contrario, siendo más susceptibles a subir anualmente con la inflación.

3. Estos dos factores están condicionados, por supuesto, por la situación financiera de cada uno y por el precio de la vivienda en cuestión. Ahora es un buen momento para comprar viviendas porque los precios han bajado considerablemente respecto a antes de la crisis, y si se cuenta con el capital suficiente, es más interesante comprar que alquilar por las ventajas que nos puede dar en un futuro, como ya se ha comentado en el primer párrafo de este apartado.

Pros de alquilar una casa

1. Si no se cuenta con una buena salud financiera, lo más recomendable es no meterse en una hipoteca, sino alquilar una vivienda. Por otro lado, tener un piso en propiedad también puede condicionar mucho a los dueños a un lugar y a unas circunstancias, mientras que con el alquiler uno no está atado a ningún sitio y es más libre de poder cambiar.

2. Alquilar una casa normalmente te evita pagar gastos derivados de tener un piso en propiedad, como pueden ser el seguro de hogar, los gastos de comunidad, impuestos, que no aportan al propietario ninguna ventaja fiscal.

3. Por otro lado, actualmente, las mensualidades de un alquiler son más bajas que las cuotas que se han de pagar por una hipoteca.

4. Finalmente, los únicos gastos adicionales que pueden suponer alquilar una casa son o la fianza o el aval bancario, mientras que firmar una hipoteca incluyen bastante papeleo (por ejemplo, los gastos de escritura) que puede subir el precio de la vivienda hasta un 10%.

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