La influencia de la inflación en la economía

Normalmente, solemos pensar en la pérdida de poder adquisitivo cuando nos hablan de un aumento de la inflación. Sin embargo, la subida de la inflación o de los precios de los bienes y servicios en un país no tiene por qué implicar siempre dicha consecuencia.

Una razón es el hecho de que, en ocasiones, con el aumento de la inflación se produce también un aumento de los salarios de los trabajadores, con lo que la sensación de pérdida de poder adquisitivo no va a ser tan grande. No obstante, en los casos en los que esto no ocurra, el asalariado experimentará dicha pérdida, con lo que tendrá que reducir su consumo.

Lo mismo se podría decir en lo que respecta a los empresarios, pues, un aumento de los precios puede reportarles un aumento de los beneficios de la compañía, siempre y cuando suban el precio de los productos en la misma proporción en la que la inflación ha aumentado.

Sobre todo, los efectos generales que puede producir la inflación dependerán de dos factores clave: de que, en primer lugar, la inflación sea esperada o no, y, en segundo lugar, de que se tomen medidas para paliarla o no.

Inflación esperada

En caso de que la inflación sea esperada y se hayan adoptado una serie de medidas para contrarrestar sus efectos negativos, las únicas consecuencias que se pueden esperar es un aumento en los siguientes costes:

  • Costes en suela de zapatos: así se llaman los costes de que las personas acudan a las entidades bancarias para retirar dinero líquido para reprimir el efecto de la inflación en su economía.
  • Costes de menú: las empresas, por la inflación, deben actualizar y cambiar todos los precios de los bienes o servicios que ofrecen. Los gastos generados por estos cambios son los denominados costes de menú.
  • Impuestos de inflación: por último, con una subida de la inflación, si se produce el correspondiente aumento de los salarios y los impuestos a pagar son de tipo progresivo, al aumentar la renta también aumentará la cantidad de impuestos que los contribuyentes deben pagar.

Inflación inesperada

Cuando la inflación no se espera o, por otra parte, sí que se espera pero no se han tomado las medidas adecuadas, puede tener efectos negativos en la distribución de la renta, perjudicando a aquellos ciudadanos que reciban rentas fijas, a los que no les hayan subido el sueldo y a los prestamistas, favoreciendo a los deudores.

Además, cuando se da esta situación, las inversiones extranjeras en el país se reducen, provocando, a su vez, una pérdida de competitividad a nivel mundial, pues los precios de los productos en este país van a ser mayores que en otros lugares.

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