Reunificar nuestros préstamos

Cuando tenemos una hipoteca que pagar y nos encontramos en una situación económica en la que se nos acumulan las deudas de los distintos préstamos que hemos pedido a lo largo de los últimos años, podemos considerar la posibilidad de reunificarlas. Si nos decidimos por esta alternativa, conseguiremos pagar una sola mensualidad o cuota única en un nuevo préstamo, de manera que nuestros pagos mensuales se reducirán considerablemente. No obstante, hemos de tener en cuenta que reunificar deudas y préstamos implica en la mayoría de los casos hipotecar un bien inmueble, como por ejemplo, la vivienda habitual.

Con la unificación de los préstamos podremos equilibrar nuestra economía familiar. Sin embargo, con ello no se van a solucionar todos nuestros problemas. Y es que es importante reflexionar acerca de qué es lo que nos ha hecho llegar a una situación financiera insostenible y adoptar una actitud más responsable en adelante respecto a nuestros gastos. Si no lo hacemos y seguimos viviendo por encima de nuestras posibilidades, podemos llegar a estar como antes muy fácilmente.

Si ha llegado el momento de reunificar nuestras deudas, lo mejor es que acudamos a nuestra entidad bancaria para solicitar este servicio, ya que es la solución más barata, aunque también es posible visitar a un intermediario, normalmente una empresa privada, que deberá cumplir con la Ley 2/2009.

Nuestro banco o caja de ahorros puede contemplar dos opciones. Por un lado, puede concedernos una segunda hipoteca sobre nuestra vivienda, incluyendo el resto de las deudas en ella. Con esta alternativa, no tenemos que pagar gastos por cancelación de la hipoteca, aunque pagaríamos dos cuotas distintas. Por otro lado, la entidad bancaria puede considerar ampliar nuestra hipoteca incluyendo el resto de deudas, con lo que sólo tendríamos que pagar una cuota mensual. Como última opción, el banco también puede cancelar nuestra hipoteca actual y concedernos una nueva, reunificando en ella el resto de las deudas. Se trata de la opción más cara.

Inconvenientes y riesgos de esta reunificación

Es aconsejable considerar los riesgos que conlleva reunificar todas nuestras deudas, y es que en ocasiones esto se puede convertir en un problema más que en una solución. Así, aunque hay que tener en cuenta que, aunque la cuota mensual se reduzca por la reunificación, el plazo durante el cual estaremos pagando la hipoteca se amplía considerablemente. Por otra parte, el interés de la nueva hipoteca es mayor que el de la antigua al existir riesgo de impago. Es decir, aunque el pago mensual disminuya, la cantidad final a abonar aumenta debido a su mayor extensión en el tiempo y al incremento de los intereses.

Además, debemos saber que en ocasiones tendremos que abonar tasas por la tramitación de la reunificación y tendremos que cumplir con las condiciones que nos ponga el banco.

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